La danza de las espadas de Puebla de Guzmán se exhibe este jueves en la Sala de la Provincia
Este ciclo de representación de danzas rituales del Andévalo finaliza mañana con gran éxito de público en las dos exhibiciones realizadas con anterioridad
Mañana jueves 29 de mayo, a las 19.00 horas, en la Sala de la Provincia de la Diputación de Huelva, se ofrecerá una exhibición de la danza de las espadas de Puebla de Guzmán, con la que se cierra el ciclo de danzas rituales del Andévalo que han complementado la muestra sobre Trajes Típicos del Andévalo, organizada por el Área de Cultura, instalada en el nuevo espacio expositivo de la institución provincial hasta el 31 de mayo.
Las danzas rituales onubenses en su conjunto representan un valioso patrimonio inmaterial vivo, dotado de un enorme valor simbólico como seña de identidad de los grupos y las comunidades que lo recrean siendo el conjunto patrimonial más numeroso y rico de esta expresión cultural en Andalucía.
La danza de las espadas, también conocida como danza de la Virgen de la Peña, es una de las llamadas danzas rituales onubenses y se realiza en honor a la Virgen de la Peña, patrona de Puebla de Guzmán. Se transmite de padres a hijos y se ejecuta en la ermita de la Virgen de la Peña y Cerro del Águila, en el centro urbano y en la iglesia de la Santa Cruz en el día del Pregón, durante la Romería de la Virgen, que se celebra el último fin de semana de abril.
La danza, ejecutada por tres grupos de danzantes de número impar (mínimo de siete y máximo de once hombres), se interpreta con espadas resaltando la figura del capitán y el rabeón, distinguidos por su indumentaria. Algunas de las figuras y mudanzas que destacan son la pareja o columna, el corro, el arco, el zigzag y la reverencia.
Los símbolos que identifican a la danza son la Virgen de la Peña, las espadas, la faja y la banda, que forman parte de la indumentaria, y el arco, figura realizada en la recogida de mayordomos y a la entrada en la ermita. Si bien no se conoce un origen cierto, la danza de las espadas guarda múltiples relaciones con la ezpatadantza del País Vasco: idéntica indumentaria y baile realizado solo por hombres que también se cogen de las espadas.
El acompañamiento de instrumentos músicos es semejante: txistu y tamboril en la ezpatadantza, flauta y tamboril en la danza de las espadas. Todo ello vincula a los vascos en estas tierras sobre los siglos XIV y XV como elementos repobladores de las mismas. La vestimenta está compuesta por un camisolín blanco, pantalón negro hasta la rodilla, medias blancas, zapatillas negras y fajín azul. La cabeza la llevan tocada con un pañuelo del mismo color que el fajín.
La entrada a la exhibición es libre hasta completarse el aforo de la Sala.
